Considero una ineludible obligación el tributarle mi más modesto y rendido homenaje a un hombre que habría de ser Grande entre los Grandes cual es el Pampacolquino JUAN PABLO MARIANO VISCARDO y GUZMÁN ZEA y ANDIA y lo hago a título de ser natural de la misma tierra que acunó a este insigne Precursor.
Juan Pablo nace un 26 de Junio de 1748 en una fría mañana de invierno en la hermosa Villa de Pampacolca, situada a las faldas del majestuoso Coropuna, mecido por los aires del ande milenario a 6426 m.s.n.m. Pocos años de niñez disfrutaría Juan Pablo de los campos bucólicos y de los horizontes volcánicos de su tierra natal pues a los 13 años no cumplidos lo envio su padre, el maestre de campo Don Gaspar Viscardo y Guzman a estudiar humanidades y filosofía al Cuzco hasta los 20 años, sin haber profesado como Jesuita el 7 de Setiembre del 1767 el Rey Carlos III de España decreta la expulsión de todos los Jesuitas del Perú, sacado así por la fuerza es que se enciende el corazón del Arequipeño Viscardo el fuego ardiente de rebeldía pero en su mente se enciende también una doctrina de Patria comenzando a germinar ya el ariete triunfal de la revolución.
Fuerza telúrica y bravía como la que contienen los Andes, animaban al Pampacolquino JUAN PABLO ha iniciar la gesta emancipadora que concluiría con la Independencia del Nuevo Mundo.
Después de 30 años de injusto exílio estando primero en Italia para pasar luego a Francia y finalmente a Inglaterra donde falleció en Londres en Febrero de 1798; víctima de su apasionada y tenáz devoción a sus más caros ideales; pero no si antes haber legado a los pueblos hispanoamericanos el primer y más valioso aporte que hombre alguno había hecho cual es el eregirnos el monumental documento político de sus Cartas que los Historiadores la consideran como»La Partida de Nacimiento de la Emancipación de América» por eso que a Viscardo y Guzmán a justo título se lo llama como «EL PRIMER PRECURSOR IDEOLÓGICO DE LA EMANCIPACIÓN DE AMÉRICA».
VISCARDO Y GUZMÁN se anticipó en elevar su grito de libertad antes que surgiera NARIÑO en Colombia y publicara los Derechos del Hombre con el fin de hacer que sus compatriotas pensaran en la posibilidad de constituirse en un Estado Independiente, lo hizo antes que el mismo FRANCISCO DE MIRANDA en Venezuela pensara siquiera en formar una Junta Revolucionaria para que trabajase por la emancipación de América y mucho antes que MARIANO MORENO en Buenos Aires esbozara su plan de romper con España y lanzar el primer grito de libertad en las comarcas del Plata. Se antepuso a nuestro compatriota TUPAC AMARU a quien en sus cartas pedía lo ayudasen en su gesta revolucionária, sin saber que éste ya había fallecido.
Es indiscutible la monumental figura de VISCARDO y GUZMÁN pues es evidente que antes de hacerse realidad los grandes hechos, primero se plasman en el campo de las ideas y eso es lo que fué el Pampacolquino JUAN PABLO, un idealista que supo plasmar en forma admirable la gesta de la Revolución Emancipadora haciendo germinar en los corazones de hispanoamérica, la semilla del deseo de libertad e independencia; pues en su famosa «CARTA A LOS ESPAÑOLES AMERICANOS» sintetizaría de modo perfecto todo lo que entonces pedía constituir la dialéctica del hombre criollo en su lucha contra la monarquía española, «Ensueño de Libertad Política y Económica, Reinvindicación o Idealización del indio, despojado y legítimo señor del suelo, teoría de la soberanía popular y nueva mística de Nación.»
De las Cartas y documentos de JUAN PABLO VISCARDO y GUZMÁN sólo nos queda su «CARTA A LOS ESPAÑOLES AMERICANOS» escrita en francés y traducida después de su muerte al castellano por el Precursor venezolano Don Francisco de Miranda quien la hizo circular en folleto durante su expedición a Coro en 1806 pues éste la rescató de manos del Embajador Ingles Mr. Rufus King, salvándose así de perderse como lo ha sucedido con otros documentos de este insigne Precursor. El Perú tiene una deuda de gratitud eterna con el Procer Venezolano Don FRANCISCO DE MIRANDA que bien debería perennizarse en un busto gravado en bronce para que esten juntos en Pampacolca hasta la eternidad.
Se ha hablado muchas veces en nuestro ingreso tardío y vergonzante en nuestra Independencia pero las Cartas del Procer Juan Pablo son pruebas irrefutables de la raigambre y antiguedad de la idea separatista en el Perú y de cuyo ideal trasciende a toda América.
Las Cartas de Juan Pablo son documentos incendiarios y llenos de fervor patriótico que al decir de los historiadores Picón Salas y el Mejicano Carlos Pereyra la llamarían «La Primera Proclama de la Revolución» y el «Acta de Independencia del Continente».
La gloria de Viscardo esta en la claridad de su pensamiento y en la visión profética con que habló sobre el porvenir del Continente Americano comprendió, antes que nadie, que América tenía que sacudirse del coloniaje sea cual fuere y del país que viniese.
El Perú debe sentirse orgulloso y en deuda con este Impar entre Pares que con el devenir de los años alcanzaría extraordinarios contornos históricos pues murió entregando todo su aporte y sacrificio en aras de sus más caros ideales.
Citaré algunas frases del Precursor que resume su ideario político :
«El suceso ha demostrado que nunca la injusticia produce frutos sólidos».
«La América será una sola y Grande Familia de Hermanos».
«El nuevo mundo es nuestra Patria y su história es la nuestra y en ella es que debemos examinar nuestra situación presente para determinarnos, por ella a tomar el partido necesario a la conservación de nuestros derechos propios y de nuestros sucesores. De esta manera la América reunirá las extremidades de la tierra y sus habitantes serán atados por el interés común de una sola y Grande Família de Hermanos».
¡JUAN PABLO, ERES SIMBOLO DE OSTRACISMO, CRISOL y GRANDEZA!
Dr. Domingo Rosas Chirinos